La cueva de Thien Duong realmente nos sorprendió con su magnífica belleza como un palacio escondido en las profundidades del subsuelo. Las estalactitas de diversas formas, combinadas con una iluminación inteligentemente dispuesta, crean un espacio mágico inolvidable. Aunque hay que subir 500 escalones, la sensación de conquistar y explorar este lugar merece totalmente la pena.
El viaje en barco a la cueva Phong Nha tiene sus propias características pacíficas y románticas. Sentado en un barco por el río Son, la brisa fresca y el paisaje rural rústico pero encantador aparecen en ambas orillas. Al entrar en la cueva, uno se siente como entrar en otro mundo: misterioso, tranquilo y lleno de encanto.
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